El legado que han dejado nuestros mayores lo mantenemos vivo en la urdimbre y en el tramado de hilos y lana en guanga, y en el tejido de la chaquira. La simbología que plasmamos en estos productos siempre acompaña nuestra vida como Camëntsá. Nos habla sobre lo que ya no vemos, pero aún sentimos y pensamos.